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Comprendiendo la Skimpflation
La “skimpflation” es una práctica empresarial en la que las empresas reducen la calidad, la cantidad o las características de sus productos o servicios, a menudo de manera imperceptible para el consumidor, mientras mantienen o incluso aumentan los precios. En otras palabras, aparentan ofrecer lo mismo o similar, pero el valor real que se ofrece al cliente disminuye.
Alguien podría preguntarse por qué desde este blog de marketing hablamos acerca de esta actividad empresarial potencialmente engañosa. La realidad es que si te dedicas al marketing y tu empresa empieza a ejecutar esta práctica, vas a tener que resolver una serie de cuestiones, nada agradables:
- Impacto en la percepción del consumidor: Cuando los consumidores sienten que están recibiendo menos sin una reducción correspondiente en el precio, esto puede afectar negativamente la confianza en la marca.
- Ética empresarial: La skimpflation plantea cuestiones éticas, ya que puede considerarse engañosa si los consumidores no son informados sobre los cambios en los productos o servicios. Los profesionales de marketing deben ser conscientes de estas cuestiones éticas y considerar cómo sus estrategias pueden ser percibidas por los consumidores.
- Reputación de la marca: La skimpflation mal gestionada puede dañar la reputación de una empresa a largo plazo. Los profesionales de marketing deben ser capaces de anticipar y abordar los posibles problemas de reputación relacionados con la skimpflation.
- Estrategias de marketing: Comprender la skimpflation puede ayudar a los profesionales de marketing a desarrollar estrategias para mitigar los efectos negativos de esta práctica o, alternativamente, utilizarla de manera ética y transparente.
Ejemplos de Skimpflation
A continuación, expondremos casos relativamente conocidos de Skimpflation y como repercutieron en las marcas:
Caso 1: Toblerone y el Espaciado Entre Triángulos (2016)
En 2016, el fabricante de chocolates Toblerone redujo el tamaño de sus famosos triángulos, para evitar que los consumidores se dieran cuenta, decidió espaciarlos más entre sí en sus barras de chocolate. Esto dio como resultado una reducción en el peso del producto sin un cambio en el precio.
Esta acción provocó una reacción negativa en los consumidores, quienes percibieron que estaban obteniendo menos chocolate por su dinero. La reducción en la cantidad de chocolate sin una disminución en el precio perjudicó la confianza en la marca y generó críticas en las redes sociales.
Caso 2: Subway y la Longitud de los Sándwiches (2013)
En 2013, una investigación reveló que algunos sándwiches de la cadena de comida rápida Subway eran más cortos de lo que se promocionaba en su publicidad. Los sándwiches no cumplían con las longitudes anunciadas.
Este caso dañó la percepción de los consumidores sobre la calidad y la honestidad de la marca. La noticia se volvió viral en las redes sociales, lo que resultó en una pérdida de confianza y la necesidad de que Subway implementara cambios en su publicidad y procesos de control de calidad.
Caso 3: Ryanair y las Tarifas Ocultas (Varios años)
La aerolínea de bajo costo Ryanair ha sido criticada por cobrar tarifas adicionales no incluidas en el precio inicial del billete, como tasas de equipaje, tarifas de reserva y cargos por servicios a bordo.
Aunque Ryanair ha sido exitosa en su modelo de negocio de bajo costo, estas tarifas ocultas han generado una reputación negativa y han llevado a que los consumidores perciban que están pagando más de lo que inicialmente esperaban. Esto ha impactado la percepción de la marca en términos de transparencia y honestidad.
Los problemas éticos de la Skimpflation
Querer reducir costes, ya sea para aumentar los beneficios o reducir las pérdidas, creo que nadie lo pueda considerar una práctica deshonesta, las empresas dan de comer a familias y son entidades con ánimo de lucro.
El problema de esta práctica está en cuando no se proporciona al cliente una explicación clara de lo que está ocurriendo con el producto. Y aunque se proporcione, la realidad es que a nadie le gusta recibir menos por el mismo precio o superior. A veces es un mal necesario, pero hay ciertos comportamientos en los que hay que evitar caer para no perjudicar en exceso a nuestra propia empresa:
Engaño al consumidor: Reducir la calidad o cantidad de un producto o servicio sin informar a los consumidores de manera clara y transparente puede considerarse un acto engañoso. Los consumidores pueden percibir que están obteniendo el mismo valor que antes, cuando en realidad están recibiendo menos por su dinero. Esto socava la confianza y la honestidad en las relaciones comerciales.
Falta de transparencia: La falta de comunicación transparente sobre los cambios en los productos o servicios puede ser vista como una falta de ética empresarial. Los consumidores tienen derecho a conocer la calidad y la cantidad de lo que están comprando, y ocultar esta información va en contra de la transparencia que se espera en las relaciones comerciales.
Problemas regulatorios y legales: En muchos lugares, la skimpflation puede estar en conflicto con regulaciones y leyes de protección al consumidor. Las empresas que no cumplen con los requisitos legales pueden enfrentar sanciones y multas, lo que puede resultar en problemas legales y daños adicionales a la reputación.
Soy un profesional del marketing. Mi empresa hace skimpflation.¿Qué hago?
Creo que a lo largo de este post habrá quedado claro el problema reputacional que puede suponer el skimpflation. Si eres un profesional del marketing y tu empresa hace esta práctica, vas a tener mucho trabajo por delante. Así que te voy a dejar con una lista de tips para afrontar esta complicada situación:
- Comunicación transparente: El primer paso es ser honesto y transparente con los consumidores. Comunicar los cambios en los productos o servicios de manera clara y directa es esencial. Explicar por qué se han realizado los cambios y cómo estos pueden seguir proporcionando valor al cliente.
- Añadir valor real: En lugar de simplemente reducir la calidad o la cantidad, busca maneras de agregar valor real a los productos o servicios. Esto podría incluir mejoras en otros aspectos, como el servicio al cliente, la atención personalizada o características adicionales que los clientes valoren.
Reevaluación de precios: Si es posible, considera ajustar los precios para reflejar la reducción en la calidad o la cantidad de los productos o servicios. Esto puede ayudar a que los consumidores sientan que están obteniendo un trato justo y equitativo.
- Mantén un enfoque en la calidad: Aunque la skimpflation implica recortes, no descuides la calidad. Continúa enfocándote en mantener la calidad de los productos o servicios a un nivel razonable, evitando que los recortes se vuelvan perjudiciales para la satisfacción del cliente.
- Enfócate en la lealtad del cliente: Trabaja en la construcción de la lealtad del cliente a través de programas de recompensas, atención al cliente excepcional y experiencias positivas. Los clientes leales pueden ser más tolerantes a los cambios y más propensos a quedarse con la marca a largo plazo.
En resumen…
La skimpflation puede ser un atajo hacia ganancias a corto plazo, pero a menudo conlleva un alto precio en términos de reputación y relaciones con los consumidores. Como profesionales de marketing, tenemos la responsabilidad de tomar decisiones informadas y éticas que promuevan la transparencia y la satisfacción del cliente. Al hacerlo, no solo construimos marcas sólidas, sino que también fortalecemos la confianza que los consumidores depositan en nosotros.
En un mundo donde la información fluye libremente y los consumidores están más informados que nunca, la integridad en el marketing es esencial. Recordemos que los valores éticos no solo son buenos para los negocios, sino que también construyen un mundo de relaciones comerciales más honestas y satisfactorias para todos.